domingo, 28 de febrero de 2010

Testimonio de una enfermera contra el estigma

La persona con enfermedad mental atraviesa por una doble problemática. En primer lugar, su propia patología; en un segundo pero no menospreciado lugar, la estigmatización social a la que se ve sometida, haciendo de estas personas seres marcados y rechazados. Es un problema con el que estoy profundamente sensibilizada puesto que, al inicio de mi formación como enfermera especialista en psiquiatría llegué a la unidad de hospitalización de salud mental con los mismos prejuicios que hoy día tiene el resto de la población. Para mí un sinónimo de enfermo mental era AGRESIÓN, con lo cual, con ese sentimiento me era imposible acercarme a la habitación de cualquier paciente sin la compañía de algún compañero o el celador.
Por aquellos entonces, lo último que podía pensar era que detrás de ese paciente existiera una entrañable persona por la que, hoy día, siento una profunda admiración y ganas de trabajar con el fin de mejorar sus vidas.



Son múltiples las causas que generan estigma en la persona con enfermedad mental. En primer lugar, debemos hablar de la famosa reforma psiquiátrica, donde nuestros pacientes pasaron de la reclusión más absoluta a la liberación plena con fin de integrarlos socialmente. Este era uno de los objetivos generales y primordiales que no se vio cumplido por, entre otras cosas, un miedo y alarma social generada, puesto que “estaban libres aquellos que debían estar encerrados y vigilados”. Pero no podemos olvidarnos de que existe una tremenda desinformación y desconocimiento sobre la enfermedad mental dentro de la sociedad, que se guía por una serie de estereotipos potenciados por los medios de comunicación de masas, que condicionan la imagen pública de los pacientes.

Nosotros, como agentes de salud especialistas, debemos comenzar a combatir este tema desde dentro, evitando términos como “esquizofrénico”, “maníaco”, “loco” o “depresivo” puesto que se trata de una etiquetación con mayúsculas en la que se anula a la propia persona, inhibiendo su potencialización como tal y convirtiéndola en algo “diferente”, y esto hace que se rechace.
Existe para mí una frase muy importante en el trato con personas en general; pero especialmente aplicable a personas con enfermedad mental:  
Trata a las gentes como si fuesen lo que deberían ser y les ayudará a convertirse en lo que son capaces de ser (Von Goethe)
Esto es imposible de conseguir utilizando términos como los anteriormente expuestos.
En consulta no debemos de olvidar que trabajamos con infinidad de pacientes y muchos de ellos tienen la misma patología, por ejemplo la esquizofrenia. Pese a ese punto en común, existe una gran diversidad entre unos y otros, radicando esta diferencia en múltiples factores: apoyo familiar, relación terapéutica… De ahí que nos centremos en personas con nombre, apellidos, situación personal, familia, etc. Que sí, que padecen una enfermedad mental; pero, que ésta es única en cada caso y hay que abordarla conociendo al paciente de forma holística.
Ana Belén Jurado Melero (Enfermera especialista en Salud Mental)
Extraido de la magnífica página de la Junta de Andalucía: 1 de cada 4.

viernes, 26 de febrero de 2010

Yalom al habla

Un ligero destello en la enorme pantalla que preside el auditorio del hotel Meliá Castilla y allí está, mirando hacia todos los lados, escudriñando el espacio que le separa de la cámara que tiene colgada enfrente.
Desde otro lugar y otro tiempo, porque en California deben de ser las diez de la mañana, aparece ante nosotros Irvin Yalom, una de las cabezas pensantes más influyentes de todos los tiempos en psicoterapia.
Está sentado en lo que imagino será la silla de su despacho universitario. Apenas hay detalles en la escena más allá de una pared verde pálido, una mesa y algunos libros ubicados sobre un pequeño mueble a su espalda.


La toma está cogida por encima de su cabeza.
Se le ve lejano y pequeñito, hasta el mismo momento en que abre la boca. Entonces aquel tipo menudo y nervioso de enormes gafas y aspecto desfasado, se hace grande como el sol y los rayitos de su sabiduría nos cautivan durante algo más de dos horas.
Ni un parpadeo ni un estornudo. Sólo se oye al hombre en mitad de un silencio reverencial.
- Decidme algo, nos increpa. Quiénes sóis, qué queréis saber.
- Nos da lo mismo. Sigue hablando, no te calles.
Y así lo hace. Y nos cuenta lo de la terapia del aquí y el ahora, que sólo se atrevía con el momento presente porque era en ese instante donde era posible la curación, y lo de la terapia interpersonal que buscaba la génesis y el alivio de todos los conflictos en las relaciones que establecemos con los demás.
Después, dice, integré a los existencialistas en una nueva terapia y al final, terminé escribiendo ficción porque sólo así podía adentrarme hasta el fondo de las cuestiones existenciales....

el miedo a la muerte y nuestra manía de echarla a patadas de nuestra realidad, cuando sólo haciéndola un hueco podremos vivir la vida con la intensidad que se merece..

la libertad como un acto de responsabilidad y compromiso con la vida; el sometimiento, la cobardía o lo que es lo mismo, el terror a ser libres, a decidir y equivocarnos, a mancharnos las manos con la mugre del fracaso..

la soledad última y primera, la soledad sin remedio que nos pisa los talones allá donde vayamos y nos enfrenta al desamparo, a ese adiós definitivo, a ese dolor que no podemos compartir..

el significado de la vida, el hecho irremediable de ser buscadores de un sentido lanzados a un universo sin sentido, de estar destinados a realizar la proeza acrobática de olvidarnos de que nos hemos inventados ese sentido; los sucedáneos cuando no hay sentido alguno en forma de falsos remedios con que remendar los rotos de vidas vacías..

La pantalla se apaga y nos levantamos despacito. Sin prisas.
Vivos.
Vivos.
Vivos.

Esther Sanz. Psicóloga Clínica U.S.A.

jueves, 25 de febrero de 2010

Mentes revueltas

Aquí, justo al lado de mi paranoia, subiendo los 65 escalones que dan acceso a mis alucinaciones y recorriendo los muros de mi imaginación, caigo en la idea.... de que lo que me contó "Risas", era verdad.
Él, con su mirada simple, pero anegada de misterios, juraba haber visto, como los cinco coches habían desaparecido antes de entrar en el túnel.
!!! Es verdad !!! lo vi con mis ojos, y nadie me lo puede negar. !!! Pregúntale a "Malanoche" !!! él te dirá que los coches no desaparecen sin razón.
"Malanoche" estaba acostumbrado en sus buenos años, a conducir grandes camiones, tarea que debió abandonar cuando sus largos periodos de tristeza y depresión terminaron por arrinconarlo en la vida, y con esa buena razón, "Risas" sabía que por su sabiduría terminaría siendo un aliado.

Una tarde, cuando " Risas" caminaba por la calle que llevaba a la cafetería de doña Susana, se acercó a mí, y en voz alta me dijo..... ¿ sabes ? " Elvis no esta muerto" fue secuestrado por los extraterrestres, se lo llevaron en una nave junto con los cinco coches, tenemos que rescatarlo. Tal vez, si hablaras con el " General" , ......sí,sí, ése de los llaveros, entonces podríamos hacer un cuerpo de élite, y subir a por él.
 Claro, qué difícil respuesta podría ofrecer, si me atenía a la idea de Berto,  mi amigo Berto.... en sus momentos de esplendor, llegaba a sostener, que la torre de Pisa no estaba inclinada, éramos nosotros, los que no guardábamos la verticalidad  con el eje terrestre, y por consiguiente... nosotros estábamos inclinados.
Así que dejé pasar unos segundos en silencio, y que fuese el tiempo el que de alguna manera me ayudase a salir airoso.
Casi al instante " Feliz " había desaparecido, lo imaginaba entre las trincheras, jugando a no ser visto en la otra Alemania, la otra Alemania era la mitad de lo que quedaba de mi casa, por ideas convexas, mi casa fue dividida en dos, así que, cada una de ellas, era una antigua Alemania.  " Feliz " habría saltado
la frontera, y escondido tras las paredes, estaría sonriente con sus conquistas asidas a sus manos.
" Feliz " no entendía de caminos, de Alemanias o de banderas, " Feliz " era un guerrero solitario, siempre con su fusil imaginario alzado al viento
" Feliz " sólo entendía su cruzada, era simplemente eso, " Feliz "
De vuelta al muro," Lely " se esmeraba, para que a nadie le faltara nada, ella siempre atenta, con su bondad y carnet de Gran Madre, conseguía dar luz a cada centímetro del muro, a cada hueco y cada instante de estos sueños.
Decido bajar los 65 escalones, y descansar en la ventana de mi jardín, ver pasar las estrellas que me llevarían a París, y pensar que lo que me contó " Risas " .......era verdad.
Por momentos pienso, qué secreto habitará, en un supuesto minuto de lucidez, de cada una de estas mentes revueltas.
¿ o son las mentes revueltas, las que anidan en nuestro interior ?

Manuel J. Cano, T.A.E. del área externa de salud mental

martes, 23 de febrero de 2010

La familia: hablan ellos

"Cuando aparece en un miembro familiar una enfermedad mental, comienza una larga lucha en la que, no pocos familiares terminan por cansarse. La principal causa es la falta de información sobre cómo llevar al enfermo.
Sin embargo, hoy en día, esta carencia empieza a ser menor, gracias a la labor de los especialistas y las asociaciones de familiares y enfermos mentales, que van consiguiendo, poco a poco, que lo que parecía algo monstruoso e imposible de sobrellevar, se haga más llevadero.
Y es que ahora, existe más comunicación con el enfermo y más entendimiento de la enfermedad y de cómo actuar ante las dificultades que se van presentando en el día a día.
También es cierto que, en los últimos veinte años se ha iniciado una revolución farmacológica, hospitalaria y comunitaria, las cuales han dado sus frutos y nos han aportado a nosotros, los enfermos mentales, grandes ventajas de las que no disfrutaron otros enfermos del pasado".
Escrito por J.A., hombre diagnosticado de esquizofrenia paranoide.

"Mi familia, que no es muy grande pero ha estado siempre unida, sufrió un duro golpe cuando comenzó mi enfermedad. Antes me admiraban y confiaban en mí. Ahora me apoyan pero no me entienden.
Si ni siquiera yo termino de entender lo que me ocurre cómo puedo explicarles a ellos todo lo que me está pasando.
Sé que en mis fases depresivas y de ideas suicidas, en casa hasta mi perrita sufre. Sé que va a ser difícil sobrellevar las continuas crisis, los errores cometidos. Por eso le pido a mi familia que me perdone y por eso también le digo a cualquier persona que me lea que no deje de apoyar a su familiar con enfermedad mental. Es duro para vosotros y también lo es para nosotros".
Escrito por M.O., mujer diagnosticada de trastorno bipolar.

"Cualquier persona con enfermedad mental necesita más que nadie un apoyo moral y psicológico, al ser más frágil y sensible a las miserias de esta vida.
Tenemos derecho a ser queridos, valorados, estimados, comprendidos y se debe de evitar en la medida de lo posible rodear a la persona con enfermedad mental de un ambiente hostil y violento (tanto física como verbalmente). Ello no sólo agrava la enfermedad, sino que convierte al enfermo en un ser acomplejado y desdichado...."
Escrito por el curioso parlante, hombre diagnosticado de esquizofrenia paranoide.

"Mi familia me ha apoyado mucho durante mi enfermedad, en especial mi madre y mi padre. El resto de mis familiares tienen su vida y no me ayudan tanto como mis padres pero yo los respeto igual.
Mis padres se han tomado mi enfermedad positivamente . Agradezco verles preocupados ya que me quieren mucho.
A veces hacen mucho por uno y uno no se da cuenta de ello. Otras veces, no nos entendemos entre nosotros.
Sé que no lo están pasando muy bien  y que se sienten afectados por todo lo que he pasado, aunque ellos no padezcan mi enfermedad.
Mi padre, por ejemplo, recorre muchos kilómetros para venir a verme y eso lo admiro mucho. Sé que se preocupa mucho por mí. Mi madre no puede venir tanto pero también la respeto. Tiene que cuidar de mi abuela y dispone de menos tiempo".
Escrito por L.H., hombre diagnosticado de esquizofrenia paranoide.

domingo, 21 de febrero de 2010

3000 visitantes!!

Ya son 3000 los visitantes contabilizados por nuestro contador. En escasos 2 meses nos hemos posicionado como un blog de referencia en cuanto a la Salud Mental en nuestra región y yo diría que incluso a nivel nacional... quién nos iba a decir que esta pequeña iniciativa nacida en el despacho de Esther y acogida con entusiasmo por un grupo de profesionales del Área Externa de Salud Mental del HUC podía llegar tan lejos... y es que llegó hasta Laos, a Hong Kong o a Tailandia además de muchas regiones de América Central y del Sur (gracias Lizardo), EEUU y por supuesto Europa.


Quién nos iba a decir que estaríamos en prensa escrita por ser considerada ésta una iniciativa de interés social, este blog que uno de sus primeros objetivos era combatir el estigma social de los afectados por una enfermedad mental y darles la palabra a ellos fundamentalmente.
Gracias, gracias y gracias.
Gracias a los participantes del Taller del Blog, gracias a sus familias, gracias a los profesionales y gracias a ti que pasas por este blog y nos permites saltar los muros que rodean a esta enfermedad.
Esto no ha hecho más que comenzar y esta respuesta no hace sino responsabilizarnos aún más si cabe en este proyecto.

Edito 23/02:
Ayer día 22 de febrero nos llamaron de Canarias Radio, una nueva emisora de difusión regional, para hacernos una entrevista sobre este blog en el programa La Alpispa (de la periodista María Domenech). La experiencia ha sido muy positiva, vamos consiguiendo lo que pretendíamos que no era otra cosa sino SALTAR MUROS.
Gracias a María Domenech y su equipo por esa sensibilidad demostrada hacia estos temas y gracias a Maty de prensa del HUC.

Publicado por César M. Estévez (Subdtor. Enfermería)

Leopoldo María Panero, poeta



En el obscuro jardín del manicomio
los locos maldicen a los hombres
las ratas afloran a la Cloaca Superior
buscando el beso de los Dementes.
Un loco tocado de la maldición del cielo
canta humillado en una esquina
sus canciones hablan de ángeles y cosas
que cuestan la vida al ojo humano
la vida se pudre a sus pies como una rosa
y ya cerca de la tumba, pasa junto a él
una Princesa.

Los ángeles cabalgan a lomos de una tortuga
y el destino de los hombres es arrojar piedras a la rosa.
Mañana morirá otro loco:
de la sangre de sus ojos nadie sino la tumba
sabrá mañana nada.

El loquero sabe el sabor de mi orina
y yo el gusto de sus manos surcando mis mejillas
ello prueba que el destino de las ratas
es semejante al destino de los hombres.


Leopoldo María Panero (de Poemas del Manicomio de Mondragón)


Este gran poeta de vida personal y familiar enormemente atormentada y compleja ha suscitado la morbosa curiosidad de artista e intelectuales de las últimas décadas, prueba de ello son las películas "El desencanto" de Jaime Chávarri y posteriormente "Después de tantos años" de Ricardo Franco, así como documentales y experiencias musicales con músicos de la talla de Enrique Bunbury, Carlos Ann o Nacho Vegas.
El padecer esquizofrenia no ha impedido que desarrollase una admirada obra literaria que merece la pena descubrir, a pesar de que su enfermedad lo haya mantenido ingresado por largos periodos en diversos centros psiquiátricos de la Península y de las islas (concretamente en Las Palmas) y que haya ido mermando sus capacidades al paso de los años.
Hoy, Panero está ingresado en el Hospital Clínico de Madrid, vive aislado de todo y de casi todos, y se siente tan al margen de la vida que asegura que hace tiempo que ha muerto. Ésa es una de sus paranoias más frecuentes, pero también tiene otras, como una según la cual la CIA lo persigue desde hace años y otra según la cual fue su madre, Felicidad Blanc, quien lo volvió loco y quien ahora, después de muerta, lo sigue atormentando en sueños, apareciéndosele en las sombras y devorando poco a poco su corazón.
Publicado por César M. Estévez (Enfermero especialista en Salud Mental)

jueves, 18 de febrero de 2010

Cuentos

Era una noche de Agosto, pero el ambiente de la habitación se tornaba invernal. Allí estaba yo, sin dejar de dar vueltas entre las mantas, insomne y congelada de frío. Miré el reloj de la mesita de noche, somnolienta y amodorrada: eran la una y media de la madrugada y aún no había conseguido dormirme.
En los telediarios decían que ya no había marcha atrás. Después de tanta contaminación y tantos abusos inflingidos al planeta, un clima gélido e invernal azotaba el mundo entero.
De pronto, brotó desde el suelo un prisma multicolor y, de golpe, se encendieron todas las luces. Yo grité asustada y pregunté: ¿quién es?, ¿qué está pasando?, y una dulce voz de mujer que provenía de la esquina de la habitación dijo: está bien!
Desde aquel día intenté no ser pesimista y pensar que todo podía volver a ser como antes. Rezaba para que la tierra no se destruyera y mientras lo hacía le pedía a Dios que se manifestara de algún modo. Unos golpecitos en el armario serían una señal, pensé.
Aunque el armario sonó, creí que sólo había sido fruto de la casualidad. Quizás sólo era que la madera se había hinchado por culpa de la humedad.
Pero la voz angelical volvió a hablar y un ruido de campanillas sonó desde la esquina del cuarto.
En ese instante, y casi sin darme cuenta pensé: que mañana llegue el calor. En realidad, no sé por qué pedí ese deseo. No creía que fuese a cumplirse, pero a la mañana siguiente me desperté con la habitación iluminada con una gran claridad y un aire denso y caliente hasta lo insoportable.
Y yo seguía creyendo que todo era un sueño, una casualidad.
Cada vez el ambiente era más sofocante. Al salir a la calle hasta el asfalto se derretía. Sería imposible sobrevivir a esas temperaturas, pensaba aterrada.
Y todo era por mi culpa. Por aquel deseo escéptico que hice a la voz de la habitación.
Aquella misma noche la voz volvió y me advirtió: con la tierra no se juega, no es vuestra, no lo sabéis todo.
Asustada, casi podía percibir el fin del mundo entre aquellas palabras invisibles.


Pero la voz volvió  y gritó de forma clara: que el clima se vuelva primaveral! y me susurró: gracias por creer en mí y acto seguido entró una brisa por la ventana, empezaron a cantar los pájaros, mientras los rayos de sol se colaban por todos lados y un enorme arco iris brillaba en el cielo.
Siempre he estado contigo, en cada casualidad..., me dijo antes de marcharse.

Escrito por C.R., mujer diagnosticada de esquizofrenia paranoide,  durante varias sesiones del taller del blog.

Derechos asertivos

La asertividad parte de la idea de que todo ser humano tiene ciertos derechos:




Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.

En ocasiones, derecho a ser el primero.

Derecho a equivocarse y a hacerse responsable de sus propios errores.

Derecho a tener sus propios valores, opiniones y creencias.

Derecho a tener sus propias necesidades y que éstas sean tan importantes como las de los demás.

Derecho a experimentar y a expresar los propios sentimientos y emociones, haciéndose responsable de ellos.

Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.

Derecho a protestar cuando se es tratado de una manera injusta.

Derecho a cambiar lo que no nos es satisfactorio.

Derecho a detenerse y pensar antes de actuar.

Derecho a pedir lo que se quiere.

Derecho a ser independiente.

Derecho a superarse, aun superando a los demás. (Castanyer: 1996:48)

Derecho a que se le reconozca un trabajo bien hecho.

Derecho a decidir qué hacer con el propio cuerpo, tiempo y propiedades.

Derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer.

Derecho a ignorar los consejos de los demás.

Derecho a rechazar peticiones sin sentirse culpable o egoísta.

Derecho a estar solo aun cuando otras personas deseen nuestra compañía.

Derecho a no justificarse ante los demás.

Derecho a decidir si uno quiere o no responsabilizarse de los problemas de otros.

Derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.

Derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.

Derecho a elegir entre responder o no hacerlo.

Derecho a sentir y expresar el dolor.

Derecho a hablar sobre un problema con la persona implicada y, en los casos límite en los que los derechos de cada uno no estén del todo claros, llegar a un compromiso viable.

Derecho a no comportarse de forma asertiva o socialmente hábil.

Derecho a hacer cualquier cosa mientras no se violen los derechos de otra persona.

Derecho a tener derechos.

Derecho a renunciar o a hacer uso de estos derechos.

Publicado por César M. Estévez (Enfermero especialista en Salud Mental)

miércoles, 17 de febrero de 2010

Prácticum de psicología clínica en la Unidad de Subagudos

Hola a todos los lectores de este maravilloso blog:
Durante mi último curso académico 2008/09, estuve realizando mis prácticas de Psicología en la U.S.A. con Esther. No quiero desaprovechar la oportunidad de dejar constancia de lo importante que me ha resultado la experiencia tanto profesional como personalmente. Por eso, dedico estas palabras:
Cuando me preguntaron en la entrevista de selección por qué quería realizar este prácticum, mencioné que para mí era algo parecido a una necesidad. Necesitaba ver con mis propios ojos que aquello que decían los libros era cierto. Me estoy refiriendo a cómo se manifiesta una alucinación, una idea delirante o un episodio maníaco. Después de varios años imaginándolo, ya he tenido la oportunidad de observarlo directamente con mis propios ojos.
Desde un principio, se notó la confianza que Esther depositó en nosotros. Aunque en los primeros días apenas participábamos en los grupos de trabajo, poco a poco nos fuimos acoplando, llegando al punto de impartir autónomamente programas, hacer evaluaciones e intervenir individualmente a algún paciente en los últimos días de prácticas.
Indudablemente, este contacto inicial con la realidad del Psicólogo Clínico no se paga con nada. De alguna forma, la Psicología y yo nos parecemos, pues somos igual de indecisos. ¿Qué teoría explica más de la enfermedad mental?, ¿cuál consigue mayor beneficio para el enfermo?, ¿hay prácticas en relación a alguna teoría que pudiera ser perjudicial para el enfermo? Con el tiempo, me di cuenta de que todas pueden explicar desde su perspectiva, más o menos científica, los síntomas de los trastornos mentales. Entonces, caí en la cuenta de que el problema radicaba en las preguntas que yo mismo me había formulado. El camino no era encontrar una teoría por excelencia, sino qué teoría o combinación de teorías funcionaba mejor con cada paciente. Después de estos meses de experiencia en el hospital, he llegado a la conclusión de que cada paciente es único y que, por tanto, cuanto más cierres tu foco teórico, más se cerrará tu campo práctico, lo cual se traduce en una menor probabilidad de recuperación de los/as pacientes. Al igual que no todos los/as pacientes reaccionan igual al mismo tipo y cantidad de medicación, en Psicología, no todos los/as pacientes son igual de receptivos a una terapia determinada. Opino que cuantos más puntos de vista adquiera un Psicólogo Clínico, más posibilidades de éxito tendrá en su trabajo, pues aunque no adopte una postura en su totalidad, sí puede adaptar parte de su contenido a la terapia.
La U.S.A. puede ser una fuente inagotable de Creatividad. La inclusión de recursos novedosos y útiles para los/as pacientes no sólo produce beneficios en ellos, sino que incrementa nuestra motivación en el trabajo.
Es importante adaptar los programas a las necesidades e intereses de los/as pacientes. No basta con exponer teóricamente el contenido de la sesión del día y seguir al pie de la letra lo que un grupo de autores han consensuado. Sin perder de vista la esencia de las sesiones, se pueden adaptar sus contenidos. Con esto se mejora el nivel de motivación intrínseca de los/as participantes en los talleres y, por consiguiente, se aumenta la probabilidad de que se consiga el objetivo final de cada sesión.

martes, 16 de febrero de 2010

Desde Cádiz con amor

Cuelgo aquí un correo que nos envía un antiguo compañero Enfermero en el que vuelca sus sentimientos sobre su paso por las antiguas unidades del Hospital Psiquiátrico de Tenerife. ¡Un saludo Quique! y gracias por tus palabras de apoyo a este proyecto.


Cuando aprobé aquellos exámenes casi a finales de los 90 en el extinto H.E.C.I.T, que me permitía incorporarme a trabajar con una Interinidad por plaza vacante, rogaba a Dios que no me tocara en el Hospital Psiquiátrico, pues no sólo no tenía experiencia con la Salud Mental, sino que además, me aterrorizaba ese "tipo de pacientes". ..."Ring, Ring, hola buenos dias, le llamamos para empezar a trabajar a partir del lunes en el Hospital Psiquiátrico, ¿está disponible?...Ehhh, sí sí," le respondí mientras corría un sudor frío por todo mi cuerpo. ¿No querías sopa?, pues toma el plato lleno me dije a mí mismo. Así que desde La Orotava, arranqué mi Seat Ibiza y me colé allí, presentándome a Supervisión, para ver un poco el lugar de trabajo, dinámica , cuadrantes, etc...

Mi primer dia en la 4ª de la Unidad de Agudos fue un cúmulo de sensaciones extrañas, desconfiado, nervioso, sin dejar de mirar para detrás, y ojeando medicamentos que nunca antes había visto. Menos mal que contaba con la inestimable ayuda de un equipo de compañeros que me ofrecian todo su apoyo y respondían buenamente como podían a mis numerosas dudas. Los usuarios no paraban de encender un mechero que colgaba de una cuerda de la pared para fumar cigarrillos Krügger y sólo de vez en cuando se acercaban a mí a preguntarme qué cuándo pasaba el médico.

Poco a poco fueron pasando los dias, corriendo turnos, teniendo que bajar a Urgencias cuando tocaba para atender a algunos pacientes que con esposas y escoltados por algún Cuerpo de Seguridad, precisaban estabilizarlos e ingresarlos. Las sesiones clínicas multidisciplinares me resultaban muy interesantes, y cada vez más, me iba interesando en las patologías y en los tratamientos no sólamente químicos, sino humanos. Seguía disponiendo de un grupo de Auxiliares de Enfermería y de compañeros DUE que no me fallaban en los momentos más complicados, esto es, en los que la desestabilidad mental de los usuarios les juegan malas pasadas.

Así que, comencé a entenderles, a empatizar, pero también a ser asertivo. Y comencé a sentir, que la vida sigue siendo a veces injusta, pues quien sufre del corazón es un cardiópata, del páncreas un diabético, de los pulmones un EPOC, pero quien sufre de la mente, para muchos...sólo un loco. Y no sólamente eso, sino que pueden llegar a perder su trabajo, amigos, incluso familia, por no hablar de su propia dignidad.

Al cabo de varios meses allí, y cuando más integrado me sentía tuve que trasladarme a otra Unidad, dejando atrás un reguero de anécdotas, pensamientos y sensaciones, pero con una lección que el destino quiso que me aprendiera bien.

Casi una década después, no dejo de pensar en esa bonita experiencia, y aunque ya no ejerzo en la Salud Mental, lo hago en un Centro de Alzheimer a muchos Kms de distancia, donde el trabajo día a día con estos Pacientes no para de sorprenderme.

Un abrazo a todos los profesionales de la USA y URA del antiguo Hospital Psiquiátrico de Tenerife, mi segunda tierra.

Enrique Rodway Cantero, Enfermero.

Publicado por César M. Estévez

lunes, 15 de febrero de 2010

Trabajo Social

Las trabajadoras sociales del Área de Salud Mental del HUC queremos expresar nuestra satisfacción por la creación de este blog, un espacio donde todos los implicados en la salud mental, profesionales, afectados, familiares, etc., podamos expresar e intercambiar información y experiencias.

Desde 1967 el Trabajo Social ha estado presente en la asistencia de la salud mental, inicialmente en el antiguo Hospital Psiquiátrico, y en la actualidad en las diferentes unidades de atención del Área Externa de Salud Mental.

El Trabajo Social está implicado en el proceso de salud de la persona. Desde una visión global del individuo, los trabajadores sociales definen la salud de la misma forma que la OMS (Organización Mundial de la Salud), considerándola como el estado  de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad. La salud es considerada como un recurso que permite a las personas llevar una vida individualmente, socialmente y económicamente productiva (OMS. Ottawa, 1986).


La Trabajadora Social en el Área de Salud Mental es la profesional del equipo multidisciplinario que conoce las carencias y necesidades sociales que inciden en el proceso salud-enfermedad, identifica la red social del individuo y las posibilidades de recibir apoyo y soporte por parte de ella, promueve la utilización de los recursos disponibles, todo ello a través de acciones específicas de investigación y estudio, diagnóstico social, planificación y programación, tratamiento y gestión de los problemas sociales.

Somos un colectivo de cinco trabajadoras sociales que desarrollan su actividad profesional en el tratamiento ambulatorio, la hospitalización y  la rehabilitación.

Trabajamos con el resto del equipo terapéutico (psiquiatra, psicólogo, enfermero, etc.), proponiendo programas, recursos, alternativas para orientar la solución de las dificultades sobrevenidas o incrementadas a raíz de la enfermedad.

 Trabajadoras Sociales de nuestras unidades (Lourdes, Asun, Isa, Ino y Guaci)

viernes, 12 de febrero de 2010

Gracias por vuestra charla, gracias por vuestro ejemplo

Hoy, por primera vez en mi trayectoria profesional, he presenciado como los propios pacientes hablaban sobre su enfermedad, ante la presencia de más de treinta personas, entre las cuales se encontraban profesionales sanitarios y no sanitarios, alumnos, otros pacientes, y familiares de estos.

Asesorados y apoyados en todo momento por Esther (la psicóloga), los pacientes expusieron durante más de una hora de una forma clara y sencilla el significado de la esquizofrenia y el trastorno bipolar, siendo capaces de asociar algunas de las características principales de estos trastornos a sus propias vivencias como pacientes, además de mostrar una soltura y serenidad en su exposición digna de mención.

Creo que este tipo de iniciativas, en las que de verdad es el paciente el protagonista principal, deben fomentarse sin lugar a dudas, hacen que de alguna forma éste se sienta partícipe en la evolución de su propio proceso, favoreciendo una mejor percepción de su enfermedad, lo que conlleva con toda probabilidad a un afrontamiento más adecuado de sus problemas de salud, así como un incremento en su autoestima personal.

Enhorabuena a los pacientes por su valentía y a Esther por su dedicación y perseverancia.

Suso Calo (Supervisor de la USA)


Hoy ha sido un día muy especial, un grupo de expertos (los mejores) nos han dado una charla sobre las enfermedades mentales más prevalentes en nuestras unidades: la Esquizofrenia y el Trastorno Bipolar. En una sesión de poco más de una hora se expusieron los contenidos de una completa sesión de psicoeducación de una forma magistral.

Yo he realizado más de un curso con estos contenidos, pero como les decía, éste ha sido especial. Este taller, más que una lección magistral, ha sido toda una lección de humildad, una lección sobre lo que es la superación personal, sobre las capacidades reales de las personas, … de alguna manera algo se movió muy dentro de las personas que pudimos asistir a esta charla. Para nosotros, los profesionales de Salud Mental, ha sido como abrir una ventana largo tiempo cerrada, una bocanada de aire fresco, un “muro que saltas” para explorar nuevos territorios, una pequeña revolución silenciosa…

Sigamos apostando por estas iniciativas, hagamos protagonistas de su proceso de rehabilitación a las personas afectadas, ellos han de tener siempre la voz principal. Como en esta ocasión. Gracias por vuestra charla, gracias por vuestro ejemplo.

A los pacientes que impartieron la charla del pasado 11 de febrero.

César M. Estévez Dorta (Enfermero agradecido)

jueves, 11 de febrero de 2010

Charla sobre las enfermedades mentales impartida por los pacientes del taller de psicoeducación

Los cuatro protagonistas del día. Felicidades por la charla y gracias por vuestro ejemplo de superación.

Hoy ha sido un día muy especial.
Hoy, han sido los propios pacientes del taller de psicoeducación  los encargados de dar una charla sobre las enfermedades mentales ( concretamente, sobre la esquizofrenia y el trastorno bipolar).
Y ha resultado todo un éxito, tanto por el interés y la grata sorpresa que ha suscitado entre todo el personal que ha acudido a escucharles ( enfermeros y auxiliares, trabajadoras sociales, psiquiatras, alumnos de enfermería y residentes, etc.. ) como por la enorme desenvoltura, rigor  y naturalidad de los ponentes: L.H. , C.R. , El curioso parlante y M.O.
Así mismo, han estado presentes durante la hora larga que ha durado la exposición, algunos familiares y un gran número de pacientes de la U.S.A y la U.R.A., que se han mostrado atentos y respetuosos hacia el enorme esfuerzo y el trabajo de sus compañeros.
Desde el servicio de psicología de la USA manifestamos nuestro compromiso para repetir esta nueva iniciativa, tan estimulante y exitosa.

Que hablen ellos, porque hoy han demostrado que tienen mucho que decir y que además, son capaces de hacerlo con un nivel admirable.

Escrito por Esther Sanz. Psicóloga Clínica de la USA.

lunes, 8 de febrero de 2010

El Técnico Auxiliar de Enfermería (TAE)


A propósito del curso de psicología llevado a cabo en nuestro servicio, dirigido a los técnicos auxiliares de enfermería, del 1 al 8 de febrero de 2010, y tras varias sesiones en las que, además de aportar contenidos teóricos, hemos invitado a la reflexión y al debate, éstas son algunas de las conclusiones que hemos extraído en relación al papel de estos profesionales:

1- Se demanda una mayor necesidad de trabajo en equipo, coordinación y unificación de criterios, tanto entre los propios TAEs, como con el resto del personal (libros de incidencias, reuniones de cambio de turno, especificación clara de funciones y ámbitos de actuación, pautas concretas y extensibles a todo el personal auxiliar, más contacto con el resto de profesionales del servicio, etc..).

2- Se solicitan más cursos de formación ("hubiera querido hacer este curso cuando comencé a trabajar en esta unidad, para no sentirme tan perdida" ).

3- Se manifiesta una sensación casi generalizada de no ser lo suficientemente escuchados ni valorados por el resto de los profesionales ( "de qué nos sirve saber lo qué es un pródromo (señal de alarma), detectarlo y transmitirlo, si después no se toma ninguna medida al respecto", " a veces es como si no tuviéramos voz ni voto", "no se valora que somos nosotros los que pasamos más horas en contacto directo con el paciente").

4- En lo que respecta al paciente ingresado, la mayoría de los TAEs que acudieron al curso piden una participación más activa en su proceso rehabilitador (" a veces, se nos ponen demasiados obstáculos para llevar a cabo programas", "nos faltan apoyo y recursos", etc..) y creen que el paciente necesitaría realizar más actividades de ocio, así como recibir un trato más individualizado, humano y ser tenido más en cuenta.

Invito tanto a los TAEs que acudieron al curso ( y de cuyas observaciones y comentarios hemos extraído estas conclusiones), como al resto de compañeros auxiliares , que añadan información a este post a través de los comentarios del blog.

Escrito por Esther Sanz. Psicóloga Clínica de la USA.

domingo, 7 de febrero de 2010

Reflexión sobre el término "ESQUIZOFRENIA"

Las palabras tienen una importancia que casi nunca acertamos a medir. Las palabras definen de manera implacable. Las palabras pueden golpear, pueden marcar a fuego, pueden condicionarnos y pueden herirnos. No somos conscientes del poder de las palabras.

Otros colectivos mejor organizados y con mayor historia en cuanto al asocianismo  (colectivos que defienden que la transformación de la realidad se puede llevar a cabo a través de la participación social) ya empiezan a conseguir que los términos minusválido y/o discapacitado se vayan sustituyendo por el de "personas con diversidad funcional", teniendo en cuenta que la propuesta de este término nace en el 2005 y que no ha tenido grandes ayudas por parte del estado para divulgarla podemos decir que ha sido todo un éxito su implantación.

El término ESQUIZOFRENIA siempre me ha parecido grandilocuente y estigmatizante. Una losa más para el enfermo mental. ¿Qué término sería más correcto para definir la hoy llamada "esquizofrenia"?, ¿sería conveniente revisarlo?, ¿qué opinamos los profesionales al respecto?, y lo que es más importante ¿qué opinan los afectados?
 

Trascribo un post al respecto del amigo Lizardo Cruzado que no tiene desperdicio:

La esquizofrenia es una fea palabra, fea no sólo por el estigma inmenso que acarrea su mención sino además por la presencia de aquella chirriante sílaba fricativa: 'fffffrrrre', estremecedora como un redoble y salpicadora de saliva también. Pero sin bastar con esto, la esquizofrenia es una palabra fea porque es injusta en su etimología: acuñada por Bleuler hace más de un siglo a partir de las raíces griegas "schizo" (mente) y "phrein" (escisión), el célebre psiquiatra suizo no pretendió aludir jamás literalmente a una 'doble personalidad' como el común del público cree que el vocablo esquizofrenia significa; sino que en su análisis profundo de los síntomas, Bleuler creyó hallar una situación patológica compleja que pretendió describir con su metáfora, nada más.

Desde un inicio varios autores manifestaron su descontento con el término bleuleriano (el mismo Freud, el gran Jaspers, Kurt Schneider, Henri Ey, entre otros). Adicionalmente, y lo que es más importante, la supuesta escisión de las funcionales mentales propuesta por Bleuler como subyacente a los síntomas para él principales (los ahora llamados síntomas negativos de la esquizofrenia) no es tal. El concepto de escisión ya no es usado dentro de la comprensión psicopatológica de la esquizofrenia y otros síntomas son los que adquieren trascendencia diagnóstica y pronóstica (los síntomas positivos en el primer caso, los cognitivos en el segundo) ¿Por qué seguir entonces con tal palabreja por semejantes razones fea e inexacta?

En el Japón un movimiento iniciado en la década de 1990 por los familiares de los pacientes con esquizofrenia condujo a que en el año 2002 la Sociedad Japonesa de Psiquiatría y Neurología, luego de prolongado estudio y debate, aprobase la modificación del antiguo y tradicional nombre. Hay que tener en cuenta que en el idioma japonés, por ser ideográfico (esto es en el lenguaje escrito se observan representadas gráficamente los conceptos), se evidencia claramente lo que representa cada palabra. Si bien en idiomas como el castellano, de no conocer las raíces griegas uno normalmente no evoca la "mente escindida", en el japonés es inevitable apreciar semejante significado:

Semejante término ('Seishin Bunretsu Byo' o 'enfermedad de la mente dividida') evocaba entre los japoneses la espantosa imagen del caos mental y del deterioro inevitable. Ahora en cambio se emplea la expresión 'Togo Shitcho Sho' (Trastorno de la integración):
Se ha reportado que desde el cambio producido se ha mejorado la capacidad de proporcionar el diagnóstico al paciente y su familia por parte de los médicos y además se ha verificado, en mediciones efectuadas con cuidado máximo del sesgo de deseabilidad, efectivamente aminoramiento del prejuicio condenatorio hacia dicha enfermedad.
Lo que en un inicio parecía inabordable, de naturaleza superficial y cosmética, una veleidad sin trascendencia, es hoy hecho consistente y plasmado en la nosología japonesa. Acompañado del cambio de nombre obviamente fue menester una intensa campaña educativa al respecto. Pero se tiene que empezar por algo. En algunos lugares de Europa también hay movimientos similares. A ver por acá quién más se anima. 

Ya en el 2006 se proponía el uso del término "Síndrome dopaminérgico" para sustituir el de Esquizofrenia, ¿por cual apuestas tú?

Publicado por César M. Estévez

sábado, 6 de febrero de 2010

Con otra mirada


Hola, soy una alumna de 5º de Psicología y llevo dos meses realizando las prácticas en la Unidad de Subagudos del Hospital Psiquiátrico de Tenerife.
 Llevo muy poco tiempo para tener una imagen completa y exacta del lugar y de los trabajos que se hacen en él pero, la verdad es que, desde el primer día me he llevado una gran sorpresa. 
Jamás había estado en un centro de estas características ni tratado con este tipo de pacientes por lo que, arrastraba muchas ideas preconcebidas y normas absurdas (autoimpuestas y fomentadas por la enseñanza universitaria) y al llegar allí, mis concepciones dieron un giro de 180º, giro del que aún me estoy recuperando y adaptando. 
Casi nada tenía que ver con mis rígidas ideas sobre el papel del psicólogo, el del paciente y la interacción entre ambos.
 En este centro, la relación entre estos dos personajes se da con absoluta naturalidad, el paciente tiene voz y voto, sus ideas, preocupaciones y aspiraciones cobran protagonismo en las sesiones de psicología, en las que, se busca un ambiente distendido, de confianza, afectividad y sobre todo, respeto. 
Ese respeto que nos merecemos todos por el simple hecho de ser personas, con discapacidades o sin ellas, con más o menos problemas,… 
Es alucinante cómo ayuda al paciente en su mejoría el simple hecho de hacerle sentir persona, una persona tan válida como los demás para vivir y vivir bien.
También me gustaría destacar el importante papel de los familiares en el proceso de recuperación de los pacientes. 
Hasta ahora, he tenido la oportunidad de asistir a una sesión de Psicoeducación familiar y ha sido sorprendente ver la implicación de los familiares y su interés por adquirir nuevos conocimientos (lo que les aporta seguridad a la hora de interactuar con los pacientes) que les ayuden a ayudar y entender a los enfermos. 
Desde mi humilde punto de vista, creo que este hecho puede hacer que la convivencia en el núcleo familiar sea más llevadera y genuina, dejando al margen, de esta forma, presiones y silencios y favoreciendo la prevención de posibles recaídas.

Escrito por Laura Marrero Martín. Alumna de quinto de psicología de la ULL, actualmente realizando el prácticum de fin de carrera en la U.S.A.

viernes, 5 de febrero de 2010

La soledad: hablan ellos (segunda parte)

"Al sentirme solo me encuentro a mí mismo,
me veo sin nada y con todo al mismo tiempo,
no me doy cuenta de quién soy,
no tengo amigos, ni tampoco enemigos,
me inunda el vacío que hay en mí,
no encuentro nada ni a nadie,
no veo luz, sólo un espacio en blanco,
la soledad me llena y no quiero saber de nada ni de nadie,
estoy tranquilo y ansioso a la vez,
así de solo me siento". L.H.


" Quiero cambiar en mi vida el encontrarme solo, el ser más sociable, el ser más espontáneo, el tener mejor relación con mi familia, el poder hacer cosas sin que me cueste tanto esfuerzo y tanto sufrimiento, el hacer nuevos amigos. En definitiva, el no encontrarme solo". C. A. S.

" Mi soledad es sentirme sola y vacía de cariño y de amor". N. S.C.

" Para mí la soledad es tristeza, yo me he sentido así en muchas ocasiones. Vivir sola, he tenido que vivir sola mucho tiempo. Con mis dos hijos pero sola, porque ellos han tomado el camino que han querido. D. se ha tenido que ir a hacer el servicio militar y G. se ha ido a vivir con su novia. La tristeza para mí es mala. Me siento abatida, desganada. Pero bueno, ellos eligieron su camino y no me parece mal.
Nada en la vida es perfecto. Tenemos que aceptar lo que dios nos mande y vivir tranquilos". N.E.S.

"La soledad no es precisamente estar solo, es sentirse solo, es más, una persona rodeada de mucha gente puede sentirse así y en cambio otra sin nadie al lado no.
Mi soledad la siento, me siento solo e incomprendido por una sociedad que me prejuzga, no sólo por mi enfermedad, sino también por mis ideas. Como dice la canción: "yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así". En la vida he sido duramente vilipendiado despreciado, humillado y no precisamente por gente conservadora. Me hicieron creer por mucho tiempo que era un retrasado mental, pero gracias a personas como la psicóloga Esther Sanz, me lo he quitado de la cabeza. Soy una persona como otra cualquiera, a la cual la vida le ha tratado mal y que ansía que le quieran y le comprendan.Atentamente". El curioso parlante.

jueves, 4 de febrero de 2010

La soledad: hablan ellos (primera parte)


Ya van para 20 años con esos compañeros que me vigilan
yo no me torné extraña, ellos sí
y me han hecho daño
es increíble que para no existir hayan pesado tanto en mi vida
cuando yo prefería la soledad
porque la soledad buscada es más grata que la compañía obligada por esas voces
la soledad le da a mi vida tranquilidad
 no es esa nube negra que va oscureciendo todo  lo que alrededor sucede
la soledad me atrae
y hubiera querido que esos compañeros fueran mis amigos para disfrutar con ellos en coloquios
 siempre hablando y ellos respetando las pautas de comportamiento que yo eligiera
pero nunca fue así
y se representan como inhumanos guerreros del terror
siempre ahí
pues a mí me aterran esas voces
y por eso son la causa de mi soledad elegida sabiamente
yo prefiero disfrutar del relax de la soledad
creando un centro de seguridad en mí misma
para vivir tranquila
y que se evaporen los miedos al quedarme sola.

Escrito por C.R , mujer diagnosticada de esquizofrenia paranoide

miércoles, 3 de febrero de 2010

A propósito de un Psiquiátrico en Haití


La grandeza de una sociedad se mide, no por la forma en que trata a los más ricos, sino por la manera en que cuida de los más pobres y débiles.


Hace pocas semanas nos sorprendía en prensa una noticia (poco difundida) sobre la muerte de pacientes de un psiquiátrico en Cuba por, presuntamente, condiciones inadecuadas del centro y graves déficits en los cuidados de dichos enfermos.

Ahora nos informan en "El País" de la situación de enfermos mentales en un psiquiátrico de Haití en un estremecedor artículo que pone los pelos de punta: La gente por la que nadie llora.
En medio de la desoladora situación en la que está sumida el país, nos muestran a los débiles entre los más débiles, los más frágiles en un país hecho añicos, el caos dentro del caos, los verdaderos "nadies", los desprotegidos, los abandonados, los desheredados de la humanidad...

La falta de recursos, junto al estigma, temor y desconocimiento frente a la enfermedad mental, hace que los individuos que la padecen sean uno de los grupos peor tratados en la gran mayoría de los países menos desarrollados. Generalmente, los enfermos mentales y discapacitados intelectuales, son condenados al ostracismo en miserables instituciones que apenas ofrecen la mínima cobertura para la subsistencia biológica. Se añaden a su sufrimiento cadenas y diversos artilugios que limitan su movilidad, muchas veces la única opción realista ante la falta de recursos asistenciales que puedan contener y tratar sus conductas disruptivas, aunque también la falta de atención y maltrato siguen siendo prácticas habituales. (aquí)
En las últimas jornadas de la AESM celebradas en Tenerife participé en una mesa redonda donde se señalaban los retos que nos planteaba el futuro en cuanto a la atención de las personas con enfermedad mental grave, y se señalaba el riesgo que existe de que en estos tiempos de crisis se ahonde en el estigma por una falta de sensibilización en la sociedad, así como en una merma en la atención integral a estas personas por recortes presupuestarios o cambios en los enfoques de los planes de Salud Mental según los colores e intereses políticos del momento. Es nuestro deber como profesionales de la Salud Mental estar alerta ante estos riesgos y luchar contra ellos con todas nuestras energías.

Para ayudar a Haití pincha aquí.
César M. Estévez (Enfermero especialista Salud Mental)

Tormenta en Tenerife y compromiso profesional

Una importante tormenta de carácter tropical cayó el pasado 01 y 02 de Febrero sobre la isla de Tenerife ocasionando importantes destrozos, especialmente en el área metropolitana.
En el vídeo adjunto, grabado justo dos calles por debajo de nuestras instalaciones, se puede observar la gravedad del incidente meteorológico con mediciones de hasta más de 250 litros por metro cuadrado (¡!).
Por increible que pudiera parecer, a día de hoy, no se conoce de ninguna desgracia de carácter personal y los daños no dejan de ser sólo de tipo material.



El motivo de este post no es otro que el de señalar que en medio de estas situaciones adversas, e incluso de riesgo, tenemos que destacar el alto grado de responsabilidad y compromiso del personal que estuvo dispuesto a quedarse a doblar si hubiera sido necesario y que no dejó de acudir a su trabajo en estas jornadas tan complicadas.

Gracias a todos y ánimo a los muchos afectados.

César M. Estévez (Subdtor. Enfermería del Área)

martes, 2 de febrero de 2010

¿Por qué?



Poner límites y normas sin tener en cuenta lo que ellos necesitan, sienten, opinan
Imponer y no sugerir o motivar
Fomentar la pasividad y la sensación de indefensión
Aprobar en vez de aceptar
No creer en sus posibilidades de cambio
Enfadarnos con ellos y empeñarnos en eliminar el síntoma a toda costa
Utilizar la coerción como medida terapéutica
Establecer enormes distancias entre ellos y nosotros, que sirven de más bien poco
Hacer oídos sordos a lo que llevan dentro
Decidir su destino cuando ya es difícil lidiar con el nuestro propio
Perdernos toda la riqueza que encierran y conformarnos con etiquetas simplistas y ofensivas
Creer que somos nosotros los normales
Equiparar docilidad y sumisión a mejoría clínica
No ponernos en el pellejo de ellos, que tienen tan poco y soportan tantas cargas, entre ellas, nuestros pequeños y grandes errores
Juzgar y presuponer  en vez de escuchar y preguntar
Tenerles enfrente si hemos decidido no verles
Equivocarnos si nos cuesta tanto hacer autocrítica, quién carece más de insight?
Protegernos de nuestras limitaciones y nuestros temores con el dogma hecho ciencia
Sentir lástima o compasión o actuar de forma paternalista
Decidir por ellos lo que son o no son, lo que deberían ser o lo que nunca serán
Dar valor de verdad absoluta a lo que no son más que pobres opiniones: las nuestras
Fomentar el estigma con nuestra actuación diaria
Competir entre nosotros, los profesionales, en vez de cooperar y compartir
 Sería tan sencillo que...

Escrito por Esther Sanz. Psicóloga Clínica USA.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails