lunes, 27 de febrero de 2012

Carta de un terapeuta a una FAMILIA de una persona afectada por un trastorno mental grave (o un ejemplo sobre el uso de las cartas en contextos terapéuticos)


Introducción:
Esta carta fue enviada a una familia en la que uno de sus miembros, Alfonso, cercano a la treintena, venía sufriendo trastornos mentales graves desde hacía más de 10 años. Cuando mi colega y amigo psiquiatra Ovidio y su compañera de trabajo Maite, me invitaron a asesorarles en esta historia, Alfonso había sufrido una serie de recaídas dolorosas, con hospitalizaciones muy frecuentes, unas 6 veces en el último año. La familia, desesperanzada, había perseverado en el apoyo de las instituciones, y era vista como beligerante, no colaboradora y enquistada. Antes de redactar esta carta, propuse al equipo del Centro de Rehabilitación convocar una reunión donde asistieran los profesionales implicados que quisieran. Un total de 8 profesionales: psiquiatras, trabajadores sociales y psicólogos nos reunimos para compartir nuestras inquietudes, puntos de vista y nuevas posibilidades de estrategias para seguir apoyando a esta familia.
A raíz de esta carta iniciamos una serie de contactos con la familia en diversos formatos, terapia familiar conjunta, individual, sólo con los padres..., de tal manera que el grado de colaboración, satisfacción de todos los implicados, sensación de bienestar de la familia y del principal protagonista, Alfonso, fue creciendo, y creciendo. En los siguientes meses solamente hubo una hospitalización de 3 dias, y al seguimiento, tres años más tarde, no había vuelto a haber recaídas significativas ni hospitalizaciones.
Desde aquí, mi más profundo respeto, orgullo y honor hacia todos ellos, Alfonso y sus familia y los compañeros profesionales. Todos aprendimos de todos. Todos crecemos con todos. Desde aquí,para ellos, mi recuerdo, mi apoyo, mi esperanza y mi entusiasmo.
Chema Rodríguez de Castro.
Palma, 27 de Marzo de 20XX

La carta:
Estimada familia:
Aunque parezca un tanto extraño, me pongo en contacto con ustedes, a pesar de que no nos conozcamos personalmente. Mi nombre es José María Rodríguez, y estuve presente el día 22 de Marzo en una importante reunión con la mayoría de profesionales médicos, psicólogos y trabajadores sociales que han estado estos años en contacto con ustedes, acompañándoles junto a Alfonso en este difícil camino. Me invitaron a colaborar con ellos, ya que mi trabajo como terapeuta familiar podía, quizás, aportar algo en su ayuda.
El motivo de esta carta es transmitirles a todos mi opinión e intentar ofrecerles nuevos caminos para seguir avanzando.
Ha tenido que ser durísimo el vivir día a día con esta enfermedad, ya que no sólo es Alfonso el triste protagonista de todo ello, sino que todos, y muy especialmente su madre, Águeda, han estado sufriendo y acompañando a Alfonso en todos y cada uno de los momentos de crisis, bajones, baches, pequeñas y grandes esperanzas. Y además, tengo la sensación de que en todo este duro y complicado camino, las ayudas que han pedido y solicitado han funcionado de muy distintas maneras. Incluso creo entender que a menudo se han sentido abandonados, ignorados, no escuchados, mal tratados y todo ello lo han debido vivir con desesperanza, incertidumbre y, lógicamente con dolor y desconfianza. Me gustaría poder hablar de todo esto con ustedes, y pedirles disculpas por adelantado. A veces los profesionales también tenemos nuestras incertidumbres.
En mi experiencia acompañando y ayudando a familias que pasan difíciles momentos, he conocido muchas veces historias parecidas a la suya, personas que luchan y perseveran durante años y años y años por salir adelante, y que alternan buenos momentos (me consta que saben hacerlo muy bien…) con situaciones muy delicadas, ingresos, hospitalizaciones, situaciones extrañas en hospitales, buscando remedios donde fuera con tal de que las cosas mejoren. Incluso, en algunos casos lo único que tienen las familias donde agarrarse, tras tanta y tanta desesperación es a eso, a la esperanza, a tener fe en que ocurra un milagro…Que no llega. 

Pinchar en más  información para seguir leyendo.

jueves, 23 de febrero de 2012

Abordando la psicosis desde "El diálogo abierto"




El Diálogo Abierto es un modelo de intervención llevado a cabo por el grupo de Jaakko Seikkula, Birgitta Alakare y Jukka Aaltonen en Finlandia. Organiza el tratamiento psicoterapéutico de todos los pacientes dentro de sus sistemas de apoyo y atiende a las formas de comunicación que se usan dentro de las unidades de tratamiento, formadas por el equipo móvil de intervención en crisis (trabajan de forma específica según el caso), los pacientes y sus redes sociales. 

 A partir de los diferentes programas de intervención y de psicoterapia, se indicaron siete principios fundamentales para el tratamiento:

-Ayuda inmediata: Se ha de hacer la entrevista dentro de las primeras veinticuatro horas del primer contacto establecido y se establece un servicio de crisis en este mismo periodo. El objetivo es evitar el internamiento en el mayor número de casos.

-Perspectiva de la red social: El paciente, familiares y otros miembros de la red social (compañeros de trabajo, jefe, amigos, vecinos, entre otros) son invitados a las primeras entrevistas con el objetivo de movilizar todo el apoyo posible.

-Flexibilidad y movilidad: Se adapta el tratamiento a las necesidades de cada caso, usando los métodos terapéuticos más adecuados. Si la familia acepta, las reuniones de tratamiento se pueden realizar en el hogar del paciente.

-Responsabilidad: La persona que tomó el contacto con la familia es la responsable de organizar la primera reunión.

-Continuidad psicológica: El equipo asume la responsabilidad del tratamiento durante todo el tiempo que sea necesario. Los representantes de la red social del paciente participan en las reuniones de tratamiento durante todo el transcurso de éste.
-Tolerancia a la incertidumbre: Se fortalece construyendo un sentimiento de confianza hacia el proceso conjunto. En el caso de las crisis psicóticas, para generar una buena sensación de seguridad se ha de llevar a cabo reuniones todos los días, al menos entre los primeros diez o doce días. Después las reuniones se organizan según los deseos de la familia, así pues, en cada reunión se discute si se hará una nueva reunión y cuándo.
-Dialoguismo: Se intenta promocionar el diálogo y un cambio en el paciente o en la familia. Donde se produce mayor diálogo es en la reunión de tratamiento, en la que participan el equipo de tratamiento, el paciente y su red social (amigos, familiares, etc). De esta manera, entre todos analizan el problema. Así, según Alanen la reunión de tratamiento tiene tres funciones: Reunir información sobre el problema, construir un plan de tratamiento y generar un diálogo psicoterapéutico.
El foco está puesto en fortalecer el aspecto adulto del paciente y normalizar la situación, en vez de estarlo en la conducta regresiva. Además, el punto de partida del tratamiento es el lenguaje de la familia para designar el problema del paciente. De esa manera, el equipo de tratamiento adapta su lenguaje a cada caso según la necesidad. La escucha tiene una gran importancia.

En las 
reuniones de tratamiento, el equipo de tratamiento pide la participación de cada miembro de la red, especialmente la del propio paciente. Son escuchados con atención y respeto, además se apoya la expresión de la emoción. Este diálogo es un proceso en el que participan todos los integrantes con una posición activa.
Al comienzo, los miembros del equipo son muy cuidadosos incorporando el lenguaje de los miembros de la red a sus declaraciones, extraen con respeto y atención los sentimientos de cada miembro de la red. A su vez, el equipo va siendo incorporado en la red. En este caso, no se trata de una intervención destacada llevada a cabo por el profesional sino un intercambio de emociones entre los miembros de la red (incluido el equipo).

Las reuniones tienen una planificación previa mínima. Son llevadas por uno o dos miembros del equipo. Al principio, los ayudantes profesionales comparten la información que tengan y entonces el líder ofrece una pregunta abierta, para saber a quién le gustaría hablar y de qué sería mejor hacerlo. Las preguntas no están planificadas de antemano y dependen de la respuesta que se dio a la pregunta anterior. Además, cada expresión de los participantes requiere de una respuesta, pero no tiene porqué implicar una explicación o interpretación, sino más bien mostrar que se ha atendido a lo dicho. De esta manera se abre un nuevo punto de vista a lo comentado. El equipo lleva a cabo el proceso lentamente y sin prisa, en primer lugar para que cada persona diga lo que quiera decir y perciban que tiene apoyo. En segundo lugar, para que no se lleve a cabo solamente de forma racional sino que se manifieste la carga emocional.

Por su parte, los miembros del equipo pueden posteriormente comentar entre sí lo escuchado (tanto lo dicho por los miembros de la red como por los del equipo), como una conversación reflexiva. El resto escucha. Esta conversación reflexiva cumple la función de reflejo, de manera que se aumentan las posibilidades de los miembros de la red social para dar sentido a sus experiencias. Después de ello, los miembros de la red pueden hablar de lo que han escuchado de manera que se genera una imagen multifacética de lo comentado.

Toda reunión es única, por lo que los temas hablados en reuniones anteriores ganan nuevos significados con lo comentado en la reunión que se esté llevando a cabo en ese momento. Los miembros del equipo deben abrir un espacio entre estos nuevos significados y los que anteriormente no se han hablado. Finalmente, el líder cuando va a cerrar la reunión anima a los participantes a hablar si tienen algo más que añadir. Después resume lo que ha sido discutido y las decisiones tomadas.

Para concluir, es importante señalar los resultados de un estudio sobre eficacia con el primer episodio de pacientes con trastornos psicóticos en Laponia Occidental. 
Se muestra una disminución de la incidencia de la esquizofrenia de un 42% a un 22%, a su vez se incrementaron los episodios psicóticos breves (vs esquizofrenia), por lo que se demostraba su capacidad para cumplir el objetivo de evitar el internamiento en el mayor número de casos posibles. 

Los estudios más recientes sobre pacientes con un primer episodio psicótico expuestos sobre este trabajo muestran que el nuevo enfoque 
ha disminuido la incidencia de la esquizofrenia (de 35 casos por cada 100.000 habitantes a 7/100000) y detenido la internación crónica, ha permitido organizar un tratamiento domiciliario en lugar de la internación en crisis graves,ha movilizado a los pacientes para que retornasen a la vida social activa luego del episodio psicótico y ha permitido superar los síntomas psicóticos a través del diálogo, dado unmenor uso de los neurolépticos.

Aquí os dejamos un vídeo subtitulado al español de la experiencia finlandesa:  
http://www.overstream.net/view.php?oid=lnthivt7n0aj

Fuentes
- Artículo "El enfoque del diálogo abierto . Principios y resultados de investigación sobre un primer episodio psicótico".
- Blogs: Sobre esquizofrenias y otros trastornos Esquizoqué.

Texto escrito por Lorena Domínguez Falcón (alumna del prácticum de Psicología actualmente realizando sus prácticas en la Unidad de Subagudos)

domingo, 19 de febrero de 2012

Fundación Tutelar en Pie



"Una de las actividades de la Fundación En Pie es el proyecto "Más deporte, menos tabaco", que se realiza  de lunes a viernes desde las 12:00 hasta las 18:00 en el centro deportivo complejo de Ofra. Yo acudo todos los días y hago tanto gimnasio como padel.
Mi padre es fundador y presidente de la fundación y dirige a los trabajadores que participan en este proyecto para ayudar a las personas con discapacidad mental haciendo deporte. Como mínimo, acuden diariamente  quince usuarios entre trabajadores, ayudantes, familiares y pacientes.
Este es solo uno de los proyectos de En Pie, también están en marcha otras actividades como lucha canaria, costa limpia, somos guapos, aire libre (senderismo, buceo, hípica), SOS familias,  etc...
Si estás interesado, vente al centro deportivo a la hora señalada anteriormente. Hay un precio reducido para las personas diagnosticadas de trastornos mentales.
La fundación va a ofrecer próximamente una guagua para aquellos que no puedan venir en coche o tranvía".

En cuanto al programa de radio Isla que gestiona Enrique González (Radio Lunáticos) y al que ya hemos tenido el honor de acudir en varias ocasiones (Rosy, Tania, Rebeca y la que escribe) , os informamos del nuevo horario que tendrá lugar todos los jueves a las 12 del mediodía y a las 6 de la tarde. Podéis escucharle pinchando aquí: http://www.emisorasonline.net/conexion/v5.0/player50/index.php?cc=000577&cont=000362l1

                                                

Y para aquellos que querías acercaros más detenidamente al valioso trabajo de esta Fundación, os dejamos la dirección de su página web: http://www.enpie.org/index.html#, un teléfono de contacto: 659 517 732 y un correo electrónico:   .

Texto escrito por Carlos (paciente de Subagudos) y Esther Sanz (Psicóloga Clínica).

sábado, 11 de febrero de 2012

El ingreso



Ces.C.
He querido ingresar voluntario porque no puedo aguantar calumnias sobre mí. También es que no puedo vivir en un pueblo tan aburrido, donde me siento manipulado por vecinos, gente enterada que encima se burlan de mi, pero debo estar ingresado porque estoy aquí para que luego me manden a una residencia ¡ALELUYA!

Car.J.
No estoy ingresado de forma voluntaria, pero ya que estoy le saco partido para mejorar de mi enfermedad.
No creo que tenga que estar ingresado, podía estar con el psiquiatra de zona y haciendo mi vida normal trabajando y haciendo deporte. Estoy ingresado de forma involuntaria.

J.A.
Estoy ingresado involuntariamente, es por motivos judiciales, pero sí que al principio me hacía falta estar aquí, pero ya estoy estable.

Ul.R.S.
Yo por mi parte he querido ingresar. Primera razón por resucitarme a la vida. Mi vida era una soga al cuello. Mentía, engañaba y robaba. Segunda razón es que no podía permitirme utilizar a mi reflexión sobre lo que he visto o imaginado. Gracias a mis padres estoy aliviado del dolor. Tercera, que me he propuesto dejar el cigarro y el café. Creo que debo estar ingresado pues para curarme a mi mismo ingresaba aposta, ellos me lo decían otra vez pero yo me oponía.

Aur.
1.- He querido ingresar por la paranoia.
2.- Claro que debo estar ingresado porque si no me hubiese suicidado.
3.- Claro que fue voluntariamente.

Car.P.G.
Yo, el día que entré en Subagudos encontré que por un lado no quería estar, por el otro ilusión de ponerme mejor y para recuperarme de la mayor enfermedad de mi vida (donde no me sentí bien). No estoy muy de acuerdo aún, pero veo luz en el túnel y creo que puedo con las metas que me propongan. Espero más adelante encontrarme a mi mismo con un sentimiento de felicidad y de libertad.

Jul.F.M.
Yo no creo que debiera estar ingresado. Pues yo creo que estoy ingresado involuntario. Creo que la idea de estar ingresado fue de la doctora.

M.A.G.
No he querido ingresar aunque algunas veces pienso que sí tengo que estar ingresado. Mi ingreso es involuntario.

Fed.
No he querido ingresar pero mis padres me lo pidieron voluntario y yo he tenido que aceptar. No creo que deba esar ingresado pues todo fue un malentendido.

A.B.S.
Yo he querido ingresar por mi propia voluntad. Creo que debo de estar ingresada porque sin mi novio me siento desorientada, porque él se murió. Aquí me siento bien hasta que se haya encontrado un lugar mejor, más libre y más acogedor.

Textos escritos por personas ingresadas en el Área Externa de Salud Mental, participantes en el taller del blog.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Carmelo



Una foto de un bosque en California 2009

Ser un guarda forestal que escucha a Mogwai a todo volumen en tus enormes auriculares pasados de moda mientras dibujas en tu cabeza siluetas imposibles de cuerpos incorpóreos flotando en el abismo, no es lo más normal que te puede pasar.
Pero a Carmelo los hechos le han conducido hasta este punto sin que él considere que haya tenido mucho que ver.
Primero una profesora incompetente de uñas violetas y culo gordo le plantó la etiqueta de niño autista con tal convicción y entusiamo que ni el psicólogo del colegio, más experto en carreras de galgos y cocina oriental que en los misterios del comportamiento humano, se atrevió a llevarle la contraria.
Después vinieron las clases especiales y el vacío reconfortante que se fue fraguando entorno a su persona. Los silencios, las miradas torcidas, los rostros compungidos, el interés morboso...todo estaba amañado para que Carmelo hiciese de su mundo interior el único destino digno de su infantil interés.
Y así, poco a poco fue descubriendo, casi por azar, sutiles y burdas maneras para que nadie irrumpiese en sus cavilaciones: hacerse el idiota era la más fácil, no mirar directamente a los ojos de quienes con cierta lástima y regusto a superioridad se animaban a hablarle, desinteresarse por aquello que intuía que interesaba al resto.
Era una operación de automarginación intencionada, aunque solo a medias.
Y es que, sin proponérselo conscientemente, Carmelo había descubierto un gran secreto. Qué alucinante era no tener nada que ver con nadie. Le quedaban miles de horas libres para experimentar con sus sentidos y su imaginación.
Además, se había vuelto alérgico a la humanidad y las escasas relaciones inevitables que no podía esquivar (mamá, papá y el doctor al que acudía cada vez que se resfriaba), le provocaban extraños sarpullidos y espasmos musculares verdaderamente incómodos.
La cuestión es que el falso autista era un devorador nato de cultura en todo la extensión del término, un enamorado de la soledad y el más entregado amante de la vida, dotado, todo sea dicho, de una sensibilidad excepcional y una inmensa fascinación por los espacios abiertos.
Por eso hoy Carmelo escucha a Mogwai mientras se sacude las ramitas que se le han quedado pegadas a las botas.

Y todo gracias a esa imbécil de uñas violetas.
 
Relato de ficción escrito por Esther Sanz (Psicóloga Clínica Área Externa Salud Mental)

lunes, 6 de febrero de 2012

Razones para seguir luchando



San.A.
Luchar por mi hija, por mi hermana y mi madre y porque tengo muchas ganas de vivir y seguir adelante. Cuando salga de aquí buscar trabajo y buscar una pareja compatible.

Lou.D.
Porque tengo muchas ganas de vivir, porque la vida es importante y muy bonita y le doy alegrías a los demás, porque el amor es importante, sobre todo para mi.

ROSY
Me quiero a mi misma y este es uno de los primeros pasos para estar bien, al quererme es lógico que quiera a las demás personas que me han ofrecido una barrita de chocolate, es decir, que están pendientes de mi.
Mi familia, la verdadera, es decir, la que ha estado en lo más profundo de mi enfermedad y no han dejado de quererme, doy gracias a Dios por eso.
Mi perrita Malta que para mi, lo digo hasta a gritos, que es como si fuera mi hija. Para mis sentimientos lo es, tengo una adoración por ella que no me cabe en el pecho.
No defraudarme a mi misma, así no defraudaré a los que me han ayudado de una manera u otra.
Brevemente mi razón para continuar la lucha es para yo ser feliz y hacerlo a los demás.

J.A.C.D.
Muchas veces me he caído y me he vuelto a levantar. Quizá por lo largo del internamiento tomaba mucho alcohol y tóxicos a diario y después de hacerlo me sentía mal por el simple hecho de que yo era consciente del daño que me hacía. Me trataban bien los especialistas y me aconsejaban que no lo hiciera, que tenía una buena estabilidad mental y la iba a perder por culpa de los abusos que hacía. Pero hace un poco de tiempo en el que me dije a mi mismo: esto no puede seguir así, tengo una vida por delante y muchas cosas que podía hacer sin tener que acudir a los estimulantes. Mi familia ya no confiaba en mí y veía que cada día me iba metiendo más y más en un pozo del que si no me decidía ya, nunca saldría, incluso una especialista me había advertido que por causa del alcohol y los tóxicos podría llegar un momento que al ser consciente, ya que estaba estable y después lo pasaba fatal echándome la culpa, bueno me sentía como si se me viniera el mundo encima, me dijo en cierta ocasión esa especialista que todo eso me podría abrir una ventana al suicidio, y no se equivocaba porque aunque nunca lo pensé hacer, pero si me repetía continuamente cuando se me pasaban los efectos que para seguir viviendo así mejor quitarme la vida y terminar con esta pesadilla terrorífica. Una mañana entré en el despacho de mi doctor y le dije que me ayudara, me dijo que lo haría y que era lo mejor que podía haber decidido. Me mandó una medicación para los impulsos que me llevaban a hacerlo y yo puse el resto. Ese día terminó mi calvario, empecé una nueva vida que hasta hoy llevo, dejé todo y me puse a leer, hacer actividades y desapareció de mí la apatía, la desgana y todo el sufrimiento que eso me producía. Hoy soy otro con ilusiones y metas, las que antes habían desaparecido de mí por completo.

Rai.M.A.
Por un futuro y un mañana mejor, por una familia, porque todo vaya bien en la familia, porque haya siempre salud en la familia, trabajo y amor, porque cada día que pase salga siempre el sol, porque todas las personas de este planeta se mantengan siempre unidas, porque haya en esta planeta siempre amor y todo en la vida vaya mejor y hacia delante, porque en esta vida nadie te quite la sonrisa ni te haga llorar. Y porque en la vida te traiga muchos frutos por el esfuerzo del trabajo y Dios te ayude.

C.P.
La cosa está precoz, en medio; una medida tomada durante el tiempo y lo que quiere decirnos. Lo irreal, quizá es que yo estoy aquí escribiendo esto. Escribo para que veas mis dibujos.
Para ver mis dibujos tienes que ser un genio, para ser un genio necesitas poder comprender y para poder comprender necesitas consciencia. Lo imposible es que voy a tener que tomar iniciativa. Saludos.

J.F.M.S.
Pues me gustaría irme a alquilar un piso en mi pueblo y en un sitio que me cobren 350 euros el alquiler, y amueblarlo con televisor, sillones y de todo. En mi pueblo tocan parrandas de guitarra y está muy bien para vivir. A las nueve de la noche no se ve a nadie por la calle. Tiene supermercados los domingos. Puedo poner el teléfono, de todo, y también llamar por navidades a la doctora.

Ab.
Que tengo toda la vida por delante, solo tengo veinticuatro años. Continúo porque me quiero recuperar y ser una persona como cualquier otra. Y no dejaré de luchar hasta que me cure. Una de las razones más grandes es que me gustaría formar una familia, comprarme un coche y una casa, conseguir un trabajo y ser como cualquier persona sana.

Fe.
El día que tire la toalla será a los ciento quince años por ahí, jajaja, etc.
Mi razones para continuar la lucha son que tengo veintidós y soy joven para estar con medicación y recaer por los porros.

C.C.C.
Hay cosas en la vida que valen la pena y por las que seguir luchando, hay que proponerse poner las cosas claras y dar pasos adelante. Hay que vivir y burlar ese futuro y vivir el día a día, que todo cuanto nos rodea lo han puesto para nosotros.

Aur.R.B.
Ya estuve internado ya, pero todos los días pensaba en fugarme. El doctor me daba confianza en mí, pasaba cuatro días en la casa que en el hospital hasta que solo falta un día y me fugué. Ahora recaí y no me he hecho. Él es buena persona y me perdonó.

Textos escritos por personas ingresadas en el Área Externa de Salud Mental de Tenerife, participantes en el taller del blog.

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