martes, 6 de marzo de 2012

Melancolía ("Dame una tregua")

A lo largo de este tiempo que hemos transitado en la blogosfera nos hemos encontrado con auténticas joyas en cuanto a su contenido y su forma, hemos pensado que sería interesante e incluso saludable e inspirador el incorporar algunas de estas entradas (siempre con la autorización del autor) a nuestro blog. Esperamos acertar con la selección.
Empezamos con una entrada del blog "Dame una tregua", escrito por Bárbara Blasco, una inspiradísima bloguera con la que un buen día nos tropezamos en la red. (Cesar M. Estévez Dorta).


MELANCOLÍA

Vi Melancolía. Con el amigo Lars, no gana una para rímel.
Es espléndida Melancolía. De otra división, de otro planeta, de una hermosura violenta y extraterrestre.
Va de locura y del fin del mundo, que viene a ser un poco lo mismo.
Yo, que conozco de cerca la locura, y sé lo poco que riman locura y tostadas para el desayuno , locura y que tengas suerte en el examen, que sé lo mucho que tiene de cobarde el que huye, de brazos cansados el que trata de retenerle, me arrodillo ante esta inmensa poesía de la locura.
Va de Justine, vestida de novia, diciéndole a una madre que no es de este mundo: tengo miedo.
Justine, desnuda, entregándose a los rayos nocturnos de ese planeta llamado Melancolía, que acabará con todos nosotros.
Va de Claire preguntando, angustiada: ¿pero dónde va a crecer Leo? Claire que repite: a veces te odio tanto. Claire, a la que le falta el aire ante el paso de Melancolía.
Va de Justine y de Claire. Has elegido el camino fácil, la locura es el camino fácil, le dice una a la otra.
Yo, que he pensado mucho en si la locura es un camino fácil o difícil he llegado a la conclusión de que es un camino llano que va incrementando su pendiente a medida que avanzas por él, de forma apenas perceptible, hasta acabar en vertical. El camino fácil más difícil.
Va de las distintas formas de enfrentarse a la muerte. De una novia que folla con un desconocido en su noche de bodas. De una lana gris que se enreda en los tobillos. De seiscientas setenta y ocho alubias. De excavar cuevas mágicas siendo una rompeaceros.
Yo, que un día escribiré un tratado médico-poético sobre la locura, creo firmemente que a pesar de no ser un género literario, tampoco es estrictamente una enfermedad.
Que me basta un botón para demostrarlo: los dos primos de M. están en un manicomio. M me contó que su tía se ahorcó y ese niño que hoy está en el psiquiátrico fue quien encontró el cadáver de su madre, colgando, al volver del colegio. Que poco más tarde, su tío siguió sus pasos, y fue la niña quien encontró el cadáver de su padre, colgando también. Que algunos, con su muerte, dejan cosas suspendidas en el aire. Otras, firmemente asentadas: la locura como un legado de plomo para esos niños. Que no sé cómo se llama exactamente su enfermedad, tan real hoy, pero bien pudo haberse llamado puta mala suerte de vida que te ha tocado en desgracia.
Va de un planeta, con sus algodones de fuego y sus descomunales espermatozoides. De la oronda fascinación que produce aunque amenace a esta tierra. Porque amenaza a esta tierra. Va de un simple alambre doblado en forma de círculo, enganchado a un palito, para medir si se acerca o se aleja.
Yo, que creo que la melancolía arrasa el corazón y que las alas de la locura sirven tanto para sobrevolar el dolor como para huir cobardemente (aunque haya quien tenga muchos motivos para huir), confío en el arte como esa forma de mover las alas.
Va del Apocalipsis, de un planeta que hace boum. Va de ciencia ficción y de poesía real. De la imaginación como único lugar en el mundo en el que resguardarse.
Yo, que conozco de cerca la locura, hubiera preferido que ese planeta pasara de largo sin rozar la tierra. Que no venciera la locura. Pero claro, ella es la auténtica protagonista de Melancolía.

Texto escrito por Bárbara Blasco y reproducido con su autorización. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bárbaro. No se quien eres ni a que te dedicas, pero el amigo Lars se sentiría orgulloso de que esta crítica literaria de su película apareciera en cualquiera de los grandes medios españoles.
Un consejo: deja alguna referencia tuya en algún sitio como quien no quiere la cosa. Escribes de una forma fantástica.
Anónimo literario.

Anónimo dijo...

Vale:
Licenciada en Periodismo (premio extraordinario), he colaborado con publicaciones locales, he trabajado como periodista en la bienal de Valencia, coautora de varios libros ( "Un cuento para cada problema", ed. Babia, "Mujeres de premio", "Voces con experiencia" o "Por los parques naturales de la Comunidad Valenciana", editados por la Generalitat valenciana).
Nada mas y nada menos.
Anónimo literario.

Bárbara dijo...

También he sido camarera, cocinera, operadora telefónica, dependienta, gasolinera, ayudante de mago y bailarina de cabaret, por si te sirve de algo, anónimo literario.
Y gracias por el piropo prosaico.

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